“Esta banda es un negocio emocional”
De objetivos algo locos, como la construcción de un anfiteatro en La Plata, y de un sonido que es pura mixtura, estos muchachos se las traen. En constante expansión, dicen: “No buscamos sacarles un mango a los CD”. Texto por Marcelo Maccio Villegas.
“Sin concesiones. Sin transas. Sin mercenarios. Con todo lo otro”, parece ser una de las premisas de Brancaleone, tal como afirman sus integrantes, en un pasaje de la charla con Noticias Urbanas, antes de su show el próximo 10 de septiembre en El Teatro de Colegiales.
La banda tocará su último disco, Todos los cueros la misma canción, que a simple vista ya sale del común por su tamaño y estética, que incluye láminas para montar sobre el arte. “Los discos se venden cada vez menos, y nosotros somos de buscarle la quinta pata al gato, de agregarle un plus a las cosas. Como el disco tiende a desaparecer y la gente se baja todo por internet –algo de lo cual estamos a favor–, le agregamos algo más, para que los oyentes quieran tenerlo original”, explican, y agregan que “si lo hablamos desde lo artístico, un disco es un todo, una obra, e intentamos transmitir lo que queremos desde todos los puntos de vista”.
La relación con el público y la llegada de lo que hacen parece ser una de las claves de Brancaleone: “Cuando las canciones son escuchadas, dejaron de ser de cualquier banda y ya son de la gente”, aclaran, y comentan que “no está la búsqueda de sacar un mango de los discos”. Dicen: “Si bien nos encantaría vender millones y hacer guita a full, la distribución la hacemos en los shows, con posibilidad de que haya mucha, poca o nada de gente”.
“Queríamos ir a tocar a La Plata y no era fácil, había que mover mucha gente; pedían en todos los lugares por cantidad de gente y plata. Nos contactamos con el Centro Cultural Olga Vázquez, que tenía espacio para personas, estaba habilitado, pero que no estaba en condiciones, y en asamblea decidimos que queríamos construir un auditorio para 200 personas”, explican la movida que los llevó a picar paredes, construir un escenario y hacer instalaciones eléctricas, entre otras cosas.
En la tarea estuvieron los integrantes de la banda –Martín Dufou (voz, charango), Juan Argain (guitarra), Alejo Urbani (bajo), José Giorgi (batería), Gonzalo Gutiérrez (armónica), Marcelo Henin (guitarra), Edgardo Bonani (teclas) y Pedro Dufou (todo lo demás)– y algunas personas del centro cultural. “La movida era trabajar toda el día, desde las 8 de la mañana hasta la noche, y esa misma noche tocar, con las manos llenas de sangre a veces, para recaudar fondos para la siguiente jornada”, cuentan.
El justificativo que los llevó a poner manos a la obra parece lógico: “El tipo que tiene un bar o lugar para tocar, lo tiene para vivir. Nosotros no vivimos de Brancaleone, es más un negocio emocional que de guita. Hay que darles lugares a las bandas para que crezcan. ¿Cómo hace si no una banda para llegar a La Plata y meter 50 personas si todavía no tocó nunca?”.
Lo próximo en la vida de Branca es encarar su nuevo disco, el cuarto en su carrera. “Lo estamos laburando, haciendo maquetas. Tenemos un par de canciones a las que les faltan cositas. Hay unas quince ya”, adelantan y comentan que “todos los temas tienen esas vueltitas que ya son nuestras, pero estamos en la búsqueda todavía”.
Si bien asumen que la idea es tenerlo lo antes posible y sueñan con que puede ser en diciembre, afirman que “tiempo para laburar hay, en el verano estamos todos más tranquilos”. Y expresan que “a principios del año que viene el disco ya debería estar listo”.
Los lugares donde se presenta la banda son todo un punto anecdótico: además de construir un auditorio en la ciudad de las diagonales, armaron una peña y prepararon temas de corte folclórico para la ocasión; también consiguieron un camión con sonido necesario y anduvieron dando vueltas. En otra ocasión, cuando el Indio Solari tocó en Tandil, consiguieron una camioneta y se fueron para allá a tocar en la calle, para que la gente que veía al ex Redonditos los conociera.
¿Demasiado trabajo para una banda? “Es también una forma de disfrutar, buscar tu forma. La banda tiene que ser escuchada y para eso hay que ponerla en lugares donde hay gente. Como banda independiente que somos tenemos que ocuparnos de los espacios”, explican.
“Nosotros hablamos de firmar un contrato o no; cada uno hace de su banda y su vida lo que se le canta y lo que puede. Firmaríamos según lo que diga el contrato. Si nos permite estar tranquilos y no nos priva de hacer el tipo de cosas que nos gusta, no le vemos el lado malo”, sostienen los Branca, y refieren que a veces las discográficas prohíben que se presenten antes de fechas organizadas por ellas, o incluso llegan a cambiar integrantes de las bandas.
Si bien no hay letras que hablen de cosas puntuales de la banda, como el auditorio, “la lírica habla de los sentimientos y de lo que nos pasa”, analizan, y agregan que “no somos explícitos, no pretendemos explicar cosas que están a la vista”.
Pensando más en el hoy que en el mañana o el ayer, dicen: “Dentro de diez o veinte años, mientras estemos tranquilos y contentos, va a estar bueno donde estemos. Tenemos en claro qué es lo que no queremos”. Y sueñan: “Ojalá demos la vuelta al mundo tocando. A veces para conseguir cosas hay que pagar un cierto precio, pero por ahora lo ponemos nosotros”.
Texto original publicado en Noticias Urbanas: http://www.noticiasurbanas.com.ar/info_item.shtml?sh_itm=ec52e9ef4b4f1b546a2a7d08840c3674
De objetivos algo locos, como la construcción de un anfiteatro en La Plata, y de un sonido que es pura mixtura, estos muchachos se las traen. En constante expansión, dicen: “No buscamos sacarles un mango a los CD”. Texto por Marcelo Maccio Villegas.
“Sin concesiones. Sin transas. Sin mercenarios. Con todo lo otro”, parece ser una de las premisas de Brancaleone, tal como afirman sus integrantes, en un pasaje de la charla con Noticias Urbanas, antes de su show el próximo 10 de septiembre en El Teatro de Colegiales.
La banda tocará su último disco, Todos los cueros la misma canción, que a simple vista ya sale del común por su tamaño y estética, que incluye láminas para montar sobre el arte. “Los discos se venden cada vez menos, y nosotros somos de buscarle la quinta pata al gato, de agregarle un plus a las cosas. Como el disco tiende a desaparecer y la gente se baja todo por internet –algo de lo cual estamos a favor–, le agregamos algo más, para que los oyentes quieran tenerlo original”, explican, y agregan que “si lo hablamos desde lo artístico, un disco es un todo, una obra, e intentamos transmitir lo que queremos desde todos los puntos de vista”.
La relación con el público y la llegada de lo que hacen parece ser una de las claves de Brancaleone: “Cuando las canciones son escuchadas, dejaron de ser de cualquier banda y ya son de la gente”, aclaran, y comentan que “no está la búsqueda de sacar un mango de los discos”. Dicen: “Si bien nos encantaría vender millones y hacer guita a full, la distribución la hacemos en los shows, con posibilidad de que haya mucha, poca o nada de gente”.
“Queríamos ir a tocar a La Plata y no era fácil, había que mover mucha gente; pedían en todos los lugares por cantidad de gente y plata. Nos contactamos con el Centro Cultural Olga Vázquez, que tenía espacio para personas, estaba habilitado, pero que no estaba en condiciones, y en asamblea decidimos que queríamos construir un auditorio para 200 personas”, explican la movida que los llevó a picar paredes, construir un escenario y hacer instalaciones eléctricas, entre otras cosas.
En la tarea estuvieron los integrantes de la banda –Martín Dufou (voz, charango), Juan Argain (guitarra), Alejo Urbani (bajo), José Giorgi (batería), Gonzalo Gutiérrez (armónica), Marcelo Henin (guitarra), Edgardo Bonani (teclas) y Pedro Dufou (todo lo demás)– y algunas personas del centro cultural. “La movida era trabajar toda el día, desde las 8 de la mañana hasta la noche, y esa misma noche tocar, con las manos llenas de sangre a veces, para recaudar fondos para la siguiente jornada”, cuentan.
El justificativo que los llevó a poner manos a la obra parece lógico: “El tipo que tiene un bar o lugar para tocar, lo tiene para vivir. Nosotros no vivimos de Brancaleone, es más un negocio emocional que de guita. Hay que darles lugares a las bandas para que crezcan. ¿Cómo hace si no una banda para llegar a La Plata y meter 50 personas si todavía no tocó nunca?”.
Lo próximo en la vida de Branca es encarar su nuevo disco, el cuarto en su carrera. “Lo estamos laburando, haciendo maquetas. Tenemos un par de canciones a las que les faltan cositas. Hay unas quince ya”, adelantan y comentan que “todos los temas tienen esas vueltitas que ya son nuestras, pero estamos en la búsqueda todavía”.
Si bien asumen que la idea es tenerlo lo antes posible y sueñan con que puede ser en diciembre, afirman que “tiempo para laburar hay, en el verano estamos todos más tranquilos”. Y expresan que “a principios del año que viene el disco ya debería estar listo”.
Los lugares donde se presenta la banda son todo un punto anecdótico: además de construir un auditorio en la ciudad de las diagonales, armaron una peña y prepararon temas de corte folclórico para la ocasión; también consiguieron un camión con sonido necesario y anduvieron dando vueltas. En otra ocasión, cuando el Indio Solari tocó en Tandil, consiguieron una camioneta y se fueron para allá a tocar en la calle, para que la gente que veía al ex Redonditos los conociera.
¿Demasiado trabajo para una banda? “Es también una forma de disfrutar, buscar tu forma. La banda tiene que ser escuchada y para eso hay que ponerla en lugares donde hay gente. Como banda independiente que somos tenemos que ocuparnos de los espacios”, explican.
“Nosotros hablamos de firmar un contrato o no; cada uno hace de su banda y su vida lo que se le canta y lo que puede. Firmaríamos según lo que diga el contrato. Si nos permite estar tranquilos y no nos priva de hacer el tipo de cosas que nos gusta, no le vemos el lado malo”, sostienen los Branca, y refieren que a veces las discográficas prohíben que se presenten antes de fechas organizadas por ellas, o incluso llegan a cambiar integrantes de las bandas.
Si bien no hay letras que hablen de cosas puntuales de la banda, como el auditorio, “la lírica habla de los sentimientos y de lo que nos pasa”, analizan, y agregan que “no somos explícitos, no pretendemos explicar cosas que están a la vista”.
Pensando más en el hoy que en el mañana o el ayer, dicen: “Dentro de diez o veinte años, mientras estemos tranquilos y contentos, va a estar bueno donde estemos. Tenemos en claro qué es lo que no queremos”. Y sueñan: “Ojalá demos la vuelta al mundo tocando. A veces para conseguir cosas hay que pagar un cierto precio, pero por ahora lo ponemos nosotros”.
Texto original publicado en Noticias Urbanas: http://www.noticiasurbanas.com.ar/info_item.shtml?sh_itm=ec52e9ef4b4f1b546a2a7d08840c3674
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