jueves, 8 de septiembre de 2011

MATIAS MENDEZ - EL CHAVEZ

“Acá el medio rocker es conservador”

Matías Méndez es El Chávez, aunque no se sienta solista. Habla de cultura rocker, política y también, claro, de su próximo CD. Asegura que le gustan las mixturas. Texto por Marcelo Maccio Villegas.



En las referencias obligadas de Matías Méndez se encuentran su paso por Nuca, ser parte fundadora de Árbol y producir discos de No Te Va Gustar y de Gustavo Cordera, entre otros. Pero su mejor carta de presentación es su disco Morón City Groove, que presentará y despedirá –insólito pero cierto– el próximo sábado 3 de septiembre.

En una charla con Noticias Urbanas contó que al principio la idea era subir el disco a la web y grabarlo en CD ya que “venía de malas experiencias con sellos y la industria”. Habla
de “nosotros” y no como El Chávez solista.

–Con más de un año de rodaje del disco, ¿cuáles son las conclusiones?
El disco no para de darnos alegrías. Encontramos una forma de tocarlo y un ambiente que es lo que estábamos buscando;la gente viene a bailar, no es un concierto, y han usado temas para publicidades, en la tele, y eso abre, es una especie de mimo. Dimos en el clavo de algo que no estaba y ahora está. Capturamos algo que estaba pasando, el triunfo de este disco es eso.

–En el arte del disco no aparecen las letras, ¿eso marca una supremacía de la lírica por sobre
la música? ¿Cómo definís las letras?
–Fue una decisión estética. Si escuchás la música, quizás la asemejás al estilo de bandas que hablan de arengue o liviandades, pero tengo una forma de escribir muy críptica. En este disco traté de ser más claro, pero no me salió. La letra tiene una estética en sí misma.

–¿Qué búsquedas te interesan?
–Me interesa mezclar la cosa electrónica y lo folclórico. Hay temas que tienen guitarras de milonga uruguaya mezclada con cumbia, acordeones y sonido litoraleño. Nos encanta mixturar el folclore de distintas zonas. Si nos escuchara un folclorista diría que somos unos irrespetuosos, pero nos gusta un acordeón litoraleño mezclado 
con hip hop y cumbia, esos elementos nos seducen.

–¿Ya estás trabajando en el disco nuevo?
–Todo el tiempo vengo armando cosas, componiendo, probando. En un momento me doy cuenta de que tengo un montón de cosas y ahí trabajo más enfáticamente para cerrarlas. 
En el próximo disco vamos a agregar una veta de trash y guitarras rítmicas y algo folk.

–Dijiste que “el discurso y la cultura rock son una planta seca”. ¿A qué te referías? ¿Seguís sosteniendo eso?
–No quiero hacer una bandera de eso. Es algo que siento, no quiero decir que sea así, pero la forma rock y el discurso rock están agotados hace bastante tiempo. Yo apuesto a abrir y mixturar. Hace mucho que no escucho que pase algo, se vienen mordiendo la cola.

–¿Qué cosas escuchás que no te parecen nuevas?
–Escucho en la Rock & Pop que pasan el disco nuevo de equis banda y digo “Muchachos, dejemos de robar, ya está”. Acá todo llega tarde, es bastante conservador el medio del rock, las radios. No hay espacio para cosas nuevas y sí para cosas que no tienen nada para decir desde la estética, el discurso y el arte. También está en las cosas nuevas ganarse su espacio de manera natural, por peso propio. A nosotros en la Rock & Pop no nos pasan por una cuestión de estética musical, pero me hace ruido el discurso de decir “24 horas de rock revolucionario” cuando lo revolucionario hoy es abrir juego y dar lugar a otras cosas. Está todo armado para que todo siga igual, como la Revolución Cubana, que 50 años después ya no es una revolución, es algo conservador. Lo mismo pasa con el rock, no es revolucionario, un mono hablando de drogas y reviente no es revolucionario, es más revolucionario ser espiritual y sano.

–Sos músico, hablás de la Revolución Cubana, ¿cómo ves la relación entre música y política?
–Me parece bien que la música deje de estar en una burbuja. Hay una realidad política nueva a partir del kirchnerismo, estés a favor o no. La juventud está militando y es algo que no pasa desde los 70. Me parece que está bueno salir a defender cosas que se han ganado. Soy de Castelar, Morón, y ahí Sabbatella es la revolución política. Ahora el intendente tiene 29 años y viene con una forma de hacer las cosas distintas a la que yo adhiero.

–¿Formarías parte? ¿Te interesaría?
–Una idea es armar talleres de producción musical en los barrios humildes. Yo soy productor y grabo discos gracias a la computadora: tener un estudio es carísimo, pero tener una computadora no. Tengo ganas de abrir eso y dar a los chicos con talento o inquietud esa herramienta. En Morón, hay una orquesta en la Villa Carlos Gardel, pibes hijos de analfabetos que tocan música clásica. Eso es la revolución, y quiero ser parte de eso.

–Como productor, ¿con qué proyectos te interesa trabajar?
–Dejo pasar las cosas en las que veo que no tengo nada que aportar y no vibro, y hago discos por muy poca plata y que hacen que pierda guita, porque pongo mucha energía y tiempo en algo que después no me da para pagar los impuestos.

–¿Está sobrevalorado el trabajo del productor?
–Es el director de ese disco, es muy importante. Llamar a tal o cual productor hace que vos tomes una decisión estética de cómo va a sonar; pero tampoco es que llamás a tal y pasa tal cosa. Trabajo hace mucho tiempo pero para el mainstream todavía es un riesgo llamarme, y me llaman las bandas que deciden correr un riesgo.

–¿Todavía te preguntan por tu salida de Árbol? (NdR: Santaolalla aconsejó que cambiaran a Matías Méndez por otro baterista para producirlos).
–Es algo que va a decantar solo. A veces me hincha un poco los huevos, pero ya va a terminar.



Nota publicada originalmente en Noticias Urbanas


No hay comentarios.: