"Pensé en salir a robar"
Toti piensa y habla. Aunque pronuncie rápido, es cauto a la hora de las declaraciones, no dice nada que no quiere y repite lo que desea que quede claro. Recibió a NU en una charla en la que ningún tema quedó afuera.
Por Marcelo Maccio Villegas
Aunque acaba de lanzar "Estalla", el primer disco de Hijos del Oeste -banda que comparte con Carlos 'Melena' Sánchez en batería, Sebastián 'Loco' Escobar en bajo, Marcelo 'Profe' Marín en guitarra y Gabriel Podliszewski (un ex Jóvenes Pordioseros) en teclados-, Toti Iglesias tiene años en el camino. Desde joven se encontró al frente de Jóvenes Pordioseros, su vieja banda, con la que editó tres discos, aunque no recuerda con demasiada felicidad el momento de dar un paso al costado. "Me fui por que no estaba feliz. Me estaban tratando mal y antes de terminar a las piñas... Hubo un par de actitudes que no me gustaron, no hablábamos mucho y alguien corrió la bola de que me iba a abrir solo. Era mentira, y en vez de preguntarme prefirieron hacer reuniones por atrás. Eso no está en mi código, si tengo que hablar algo, lo hablo de frente. Así que preferí irme", comienza declarando. Entre las 'actitudes' que lo llevaron a alejarse recuerda que "ya vendían recitales de Jóvenes sin mí. Eso me pareció re bajo: nombre mío, la banda la armé yo y eso de venderla sin mí me pareció lo último que podían hacer". Aunque alguno pide que vuelva a su vieja banda, Toti responde que "si ya tenés una novia, no volvés a tu antiguo amor, no la extrañás".
EL NUEVO PROYECTO
"La verdad es que no fue difícil armar la nueva banda", dice Toti, antes de detallar el estilo de la formación: "Noto que hay un rocanrol un poco más crudo, pero yo componía en Jóvenes y compongo acá, entonces hay un par de parecidos, por momentos se codea, pero al ser otros músicos le encontramos otras cosas", agrega el intérprete.
La presentación oficial de "Estalla", que hace menos de un mes vio la luz, será el viernes 31 de octubre en el Teatro de Flores. Toti define al CD como "un disco corto, doce canciones. Hoy los chicos quieren las cosas rápido, el adolescente quiere todo ya, es un disco corto que se puede entender al toque", y aclara que aunque tiene baladas y otros ritmos, "es rocanrol, si lo tengo que ubicar en algún lado, va en la batea de rocanrol, no de rock, que siento que no hay mucho, hay rock dando vueltas, pero rocanrol no hay", especifica, insistente.
En el disco participan Juanse, cantante de Ratones Paranoicos; Manuel Quieto, de La Mancha de Rolando; Chucky, de Los Piojos; y Tomás, de Infierno 18. "Son gente que conocí en todos estos años y están, somos amigos, hubiesen estado en Hijos del Oeste o en cualquier otro proyecto mío, es gente a la que quiero mucho, que conocí en la ruta", asegura el cantante, quien recuerda la grabación de "Estalla" como "rarísima", y ejemplifica con el tema en que participó Juanse. "Lo grabamos de las 12 de la noche a las 8 de la mañana, en Saavedra". Del líder de los Ratones, recuerda que "un día, cuando yo vivía en Villa Lugano, llegó, no sé cómo consiguió mi teléfono, pero me dejó un mensaje que quería que vaya a cantar. Ahí empezó una relación de amistad, es una persona a la que respeto y quiero mucho, soy su amigo, está dentro de aquellos a los que les puedo pedir un consejo", asegura.
"Yo agarro la guitarra y hago canciones, y por ahí me repito, que el barrio, las mujeres, las drogas y siempre lo mismo, rocanrol. Pero bueno, es lo que veo, lo que me pasa y donde me gusta moverme, entonces no voy a hablar de las rosas y los pétalos en primavera. La búsqueda pasa por hacer canciones y poder expresarle a la gente que nos sigue un momento que vi o que me pasó", relata, seguro de sí mismo.De sus ex compañeros no guarda un buen recuerdo. "Al bajista me lo cruzo a veces y le mantengo el saludo, a los demás no. No tengo buena relación, no me interesa. No terminaron bien las cosas y no sé si están viviendo donde vivían, no sé nada, no me interesa. O somos amigos o no somos, y por mí ya pasó esa parte", asegura Toti.
CROMAÑÓN, SIEMPRE PRESENTE
"Con nosotros volvió Callejeros, pedimos perdón a los padres porque no nos dimos cuenta de que podíamos lastimar a mucha gente", comienza, y agrega: "creo que era una inconsciencia general, fue una tragedia y con el tiempo van a encontrar culpables, pero no sé si va a ser la verdad, por que la Justicia no entiende el rocanrol, va a determinar culpables, pero el dolor, a los padres, no se los saca nadie, fue un momento complicadísimo". Dice que las medidas posteriores "no sirvieron para nada, cerraron un par de lugares como para quedar bien, un poco de circo, y cerraron la puerta a la nueva movida de bandas, cortaron la cultura del under, lo vamos a notar en un par de años, no hay semillero".
EL FUTURO
La idea, al igual que cuando decidió alejarse de Jóvenes Pordioseros, es tocar todos los fines de semana: "No puedo estar quieto, si estoy quieto, tengo un problema muy grande que son los vicios y mientras más quieto, peor. Vicio en todo sentido, no sólo drogas, sino la joda, arranco fácil, la nafta la tengo puesta".
Aunque "Estalla" acaba de salir, Toti piensa en un nuevo disco, que saldría en un año y medio. "Trato de que no me agarre con las manos vacías", comenta. Está componiendo temas nuevos y lleva una guitarra y amplificador portátil a pilas a todos lados. "Ojalá lo hubiese tenido cuando tocaba en el subte", recuerda. "Yo pedía monedas en la calle, la pasaba mal, vengo de un lugar bastante pobre, la comida no faltaba porque mamá y los abuelos nunca hubieran dejado que yo dejara de comer, hubieran hecho cualquier cosa. Primero pedí monedas, caminaba Rivadavia varias veces, iba bien vestido, el truco era ése, era 'me falta diez centavos para el bondi para ir a trabajar', ésa era la idea. Después, el guitarrista de Jóvenes llama y dice: '¿Nadie se anima a ir a tocar al subte?' y le dije 'vamos' y estuvimos un tiempo largo tocando... Nos sentábamos en la galería de Carlos Pellegrini, abajo, en el pasaje, la otra vez fui y me senté. No me gustaría volver, estuvo buenísimo mientras duró pero no me gustaría volver, le ponía huevos pero no la pasaba bien, en dos o tres horas hiciste 20 centavos y te querés matar. Después, por suerte, Jóvenes empezó a pegarla".
"Tengo mucho miedo, a veces me despierto y se me sale el corazón porque una de mis pesadillas principales es volver a ser pobre; siempre es el mismo sueño, voy caminando en la calle y de repente me encuentro en el subte tocando y me despierto con el corazón acá (se agarra con fuerza la garganta), siento que se me sale, se ve que tengo terror, si tuviera que volver, volvería, pero con menos paciencia, terminaría haciendo cosas raras", relata con la voz cambiada, algo dubitativo. "A veces pienso 'y si me va mal, yo no vuelvo, no vuelvo a ser pobre', no porque sea algo malo, quiero decir que cuando pasaste y sentiste el gustito a lo otro, querés seguir progresando". Aunque asegura que no salió a robar, aclara que “en esa época lo pensaba”, y cree que no lo hizo "por la crianza, capaz que me enseñaron a no hacerlo, pero lo pensé ocho millones de veces". Estar preso le da "terror", "sin libertad debe ser complicado", reflexiona Toti.
Si no hubiese tenido suerte con la música, no sabe dónde estaría ahora. "Hubiera estado complicadísimo, no sé dónde estaría, hubiera hecho una buena jugada", revolea los ojos y se queda pensativo. "Hubiera terminado mal, porque en un momento te cansás, no hubiera aguantado mucho tiempo sin hacer algo medio oscuro, robar, vender falopa, lo primero que me hubiesen dicho 'esto te da plata', lo hubiese hecho, no lo hubiera pensado, plata fácil, vamos, era así. Pero por suerte estamos acá, sentados", remata Toti, mientras con las manos se aferra al sillón.
NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS DEL JUEVES 23 DE OCTUBRE DE 2008.