sábado, 11 de septiembre de 2010

ABEL PINTOS:

Cerca de la reevolución

A sus 26 años, es una de las figuras más convocantes de la música popular argentina. A días de lanzar su séptimo disco, afirma: “Propongo mi versión del folclore”. Texto: Por Marcelo Maccio Villegas.



La gente aprovecha el día soleado en la Ciudad, y plaza Armenia es un reflejo de ello: decenas de personas disfrutan del buen clima. En la terraza de un bar sobre Costa Rica, Abel Pintos espera a Noticias Urbanas debajo de una sombrilla, mientras da los últimos tragos de un jugo frutal. Amable, se muestra con ganas de hablar y lo hace de manera rápida, casi sin pausas. El tema ineludible es su reciente trabajo, Reevolución.

–¿Cómo se gestó el disco?
–Siempre me junto con quienes van a trabajar en la producción, Marcelo Predacino y mi hermano Ariel en este caso, y con la gente de la compañía. Charlamos las ideas que tengo yo del concepto del disco y las cosas de las que quiero hablar. La compañía aporta su idea de cómo desarrollar el trabajo ya hecho y la persona que trabaja en la producción también da su opinión. Ahí armamos el concepto y una vez que tengo en claro qué va a decir el disco, empiezo a componer.

–El título encierra varios conceptos.
–El juego de palabras de la re-evolución es porque me fue muy bien con cada uno de los discos que saqué hasta ahora y se había generado una expectativa con el disco nuevo, muchos de los que habían escuchado los discos anteriores esperaban la reacción que tenemos los humanos frente a algo que nos da éxito y cómo nos solemos aferrar a eso, tratando de sacarle todo el jugo posible. Yo no quería repetir una fórmula, quiero seguir descubriendo cosas y evolucionando dentro de mi música con lo que pasa en mi carrera. En pocos años viví muchas cosas muy intensas pero soy muy joven todavía y no quiero quedarme con una sola fórmula de vida y carrera. Todo eso generó en mí una revolución a nivel emocional, mental, porque te planteás cosas de otra manera, te replanteás cosas, usás el mismo tablero pero planteás un juego distinto. Además busco títulos que sean cortos y con un impacto, que digan cosas atrás, un mensaje. Revolución y reevolución, los dos en una misma palabra, eran conceptos muy fuertes y en una palabra muy concisa.

–¿Sigue existiendo el enfrentamiento entre los conservadores o puristas del género y los integrantes de las nuevas camadas?

–Me parece que pasa en todos los géneros de la música, como en todos los géneros de todo: literatura, música, cine. En todo hay personas que se enamoran de una época o etapa, ahí se quedan para siempre y dicen que eso es lo mejor. Después están los que reconocen que eso es bueno, pero que también quieren lograr lo propio y seguir aportando –espera un segundo, ríe cómplicemente, y aclara–, entre ésos estoy yo.

–¿La puja es por un cambio en el género?
–Yo propongo mi versión de la música folclórica con el único y sincero deseo de aportar. No quiero cambiar al folclore, el folclore es algo que yo quiero y admiro muchísimo, pero deseo aportar algo más, una nueva línea o rama. Pero desde el folclore, desde el concepto de folclore, desde la música popular argentina.

–¿Es posible que la música quede desactualizada?
–No, porque siempre hay grupos de personas que se quedan prendidas a cada etapa. El Chaqueño Palavecino es un folclorista tradicional, pero que dentro de su estilo tiene un audio y una forma de tocar muy contemporánea. Él suena a la vanguardia dentro del estilo tradicional y yo voy a la vanguardia dentro de otro estilo, el de innovar, el de nuevas ideas. No es querer cambiar, es presentar nuevas ideas.

–¿Qué te parecen las bandas que desde otro estilo, como puede ser el rock, toman elementos del folclore?
–Entienden muy bien la esencia del folclore. El folclore no es un género de música por definición. Sino sólo la Argentina tendría folclore y todos los países tienen el propio. El folclore por definición es lo que identifica a una cultura, a un lugar y a la gente que vive en ese lugar. Para mí es tan folclórico un disco de Los Palmeras, uno de Divididos como uno de Los Cantores del Alba. Son músicas que identifican a esta tierra.

–¿Cómo se hace para instalar en el público el material nuevo?
–A mucha fuerza de trabajo. Los medios difunden los temas y después están los conciertos, tocar, tocar y tocar para llegar a todo el público de esa forma. En los shows hacemos canciones de los discos anteriores también, porque en los festivales de una lista de 20 temas sólo cinco son nuevos, el resto son las canciones que la gente quiere escuchar. Después hay shows en teatros o estadios donde los que van es porque quieren escuchar el material nuevo, y ahí tocamos el último disco casi entero.

–¿Por qué incluiste el cover “Halleluja”?
–En 2004 empecé a componer. Reflejo real (2005) y La llave (2007) no tuvieron canciones de otro autor, y como toda mi primera etapa fui intérprete, quería volver a divertirme haciendo mi versión de la canción de alguien más, que a su vez complementara el mensaje que yo desde mis letras quise darle al disco.

–¿Cómo fue la elección de Marcela Morelo como invitada?
–Invito a personas que siento que van a aportar algo que una canción necesita. En el caso de “Aventura”, compuse la canción y sentí que era muy tierna y había que enaltecer esa parte de la ternura, entonces pensé en Marcela, que la conozco hace mucho, la admiro y es una de las mejores cantantes de la Argentina, con un timbre que parece una chica de 15 años. Me pareció exacta y realmente fue así.

–¿Qué pensás de los artistas que van a los medios para opinar de política?

–Deben tener una idea muy formada de las cosas que vayan a decir. El arte tiene que ver con expresar las cosas sentidas y llega un momento que desean también expresar, en este caso, sus pensamientos e ideas políticas. Mientras sea constructivo puede estar bueno. Es una obligación de todos nosotros el tener siempre una postura política. Mi pensamiento es que si tenés una postura y salís a hablar de eso, salí con una postura formada con la intención de generar un cambio para el bien de todos. Si no, quedate en tu casa.